Cuando crezcan, no os preocupéis que ya os pedirán comida a todas horas y podrán expresarse con palabras para decirnos que tienen hambre y que quieren esto o aquello, pero, ¿mientras? ¿Cómo saber si tu bebé se ha quedado satisfecho o se ha quedado con hambre?
Han cambiado mucho las cosas en lo que a la alimentación de los nacidos se refiere. Muchas de vuestras madres, si habláis con ellas del tema, recuerdan la lactancia materna o los biberones mirando el reloj. ¿Por qué? Porque los médicos recomendaban la regla de "cada 3 horas". Al bebé había que darle su toma o su biberón, independientemente de si tenía más o menos hambre, a las 3 horas de la toma anterior. Pues bien, con el paso de los años, esta corriente ha dado paso a la de alimentar a tu bebé cuando éste tiene hambre, es decir, "a demanda".
Si eres madre primeriza, lo de saber si tu peque tiene hambre no es fácil. Existen distintos elementos a tener en cuenta para poder detectarlo, pero antes debéis saber que por ejemplo, si toma leche de fórmula, la digestión de la misma suele tardar unas 3 horas. Sin embargo, la leche materna se digiere mucho más rápido, de manera que, si ha hecho bien la toma puede tardar en digerirla una hora y media o dos. Pasado ese tiempo puede que vuelva a "demandaros" su comida.
Tenéis que tener en cuenta que, aunque la succión sea un mecanismo natural, los bebés suelen cansarse de ejecutarlo. Os habrá pasado que muchas veces se quedan dormidos al pecho exhaustos del esfuerzo y hay que moverles el pezón para que vuelvan a succionar. Es como si se olvidaran que tienen que seguir haciéndolo. Es raro, aunque lo pongas en ambos pechos, que el bebé se quede totalmente satisfecho y que tome leche hasta su saciedad. Con los biberones controlas la leche que ha tomado pero con el pecho, ¿cómo saberlo? No tenemos un pecho transparente donde se vea la medida recargada de leche en cada toma...
Es aquí cuando, si el bebé llora, todo el mundo lo primero que piensa es que tiene hambre. La madre, el padre, los abuelos, la visita del momento, los amigos de turno... ¡Anda, lo mismo es que se ha quedado con hambre! Pero no siempre tiene por qué ser así.
![]() |
Cojín nido y arrullo mimoso de Mimuselina |
Muchas veces, no sólo es el llanto, tu bebé hará una serie de gestos que nos podrán ir indicando que va teniendo hambre. No empiezan a llorar desconsoladamente de 0 a 100 en un segundo porque tengan mucho apetito. Es una sensación que van experimentando poco a poco y así les podremos ver llevándose el puño a la boca, moviéndose más de la cuenta, estará incómodo, como intranquilo, si está en brazos de alguien "empieza a buscar" el pecho... Son pequeñas quejas, que si no son atendidas y le dejamos esperar, entonces sí, se convertirán en un llanto fuerte y desconsolado. Mi consejo, no esperéis hasta que esto ocurra, porque el bebé puede estar ya tan desesperado que cuando se enganche al pezón o al biberón succione con tanta ansiedad que lo haga con gases, que se atragante... Evítalo siempre que puedas.
¿Cómo saber si tu bebé se queda con hambre?
Una cosa te voy a decir: ¡No compares! Cada bebé es un mundo y no todos comen lo mismo ni en las mismas cantidades. Algunos consejos para saber si se está alimentando adecuadamente serían los siguientes:
- Si hace peso. Si tu bebé crece y coge peso, aunque te parezca que come menos, no debes preocuparte en exceso. En los controles te irán diciendo si todo va bien. El problema es cuando pierde o no logra el necesario.
- El pañal. Lo normal es cambiar el pañal entre 7 y 9 veces al día. Si lo notas mojado, con suficiente cantidad de pis, es que tu bebé está comiendo bien.
- Tu instinto. Eso no suele fallar, el instinto como madre nos puede indicar si tu bebé se queda o no satisfecho.
- Si llora o está incómodo, no siempre tiene que ser por hambre como decíamos anteriormente, puede tener gases o cualquier otra necesidad. Si piensas que puede tener hambre, ofrécele el pecho a ver si lo quiere, si es así se enganchará rápido, si no, jugará con él y no conviene que se acostumbre al pecho como calmante o juguete. Es su fuente de alimentación. Si necesita más, tendrá que estar más tiempo. Hay bebés que también comen más despacio...
- Si estás alimentándolo con leche de fórmula e intuyes que se queda con hambre, puedes aumentar la cantidad de leche, coméntaselo siempre a tu médico. No hagas cambios radicales en su alimentación sin consultárselo también. Es decir, antes de quitarle el pecho si crees que no se alimenta bien o lo suficiente y cambiarle a biberón, coméntaselo.
El llanto
Por lo tanto, el llanto es la última señal a la que llega un bebé cuando tiene hambre. Si no hemos visto ninguna de las anteriores (intranquilidad, manos a la boca, movimientos de cabeza de un lado a otro buscando, si está en brazos trepar hasta la zona del pecho, respiración acelerada... y por último el llanto) puede que en ese momento en concreto no esté llorando por hambre.
En verano por ejemplo, los niños suelen estar más inapetentes con el calor, o por el contrario, demandar la leche más a menudo para calmar la sed. No significa ni que sea mejor ni peor, siempre y cuando vuestro bebé coja peso y crezca a ritmos normales.
Si vuestro pequeño ya toma algo de alimentación complementaria, es decir, si habéis empezado con el Baby Led Weaning, el niño lo que hará es experimentar con la comida, con sabores y texturas, pero si no se acaba la ración no os preocupéis e intentadlo otro día. Recordad que, aunque a partir de los 6 meses se empiecen a incorporar otros alimentos, la base de su dieta durante el primer año debe ser la leche.
Si tu bebé está sano, ya te pedirá él la comida. Déjate llevar por el instinto y aprende a identificar e interpretar todas y cada una de las señales que te envía.
